Acepta y respeta las diferencias de
constitución y de rendimiento de tu propio
cuerpo y de los demás compañeros y
compañeras conozcas y te aceptes podrás
empezar a trabajar para mejorar y superar
tus limitaciones.
Si tu condición física es buena, tu salud, en general,
será también buena y además, tendrás un menor riesgo
de padecer lesiones. Esto aumentará tu calidad de vida.
Una condición física plena hará que te enfrentes a las tareas cotidianas: (ir a clase, estudiar, ayudar en
casa, hacer deporte, etc.) sin cansarte demasiado, y aún te sobrarán energías para disfrutar de tu tiempo
libre y enfrentarte a imprevistos que surjan (una carrera inesperada para coger el autobús).
Una condición física favorable, implicará sentirte mucho más seguro/a de ti mismo/a, enfrentándote a la
vida con mayor optimismo, con una mayor autonomía.
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